viernes, 16 de diciembre de 2011

Un dia lo vi en la selva.

Hace muchos años mi tia Margarita intentó explicarme la diferencia entre chintófanos y alifánfanos, pero yo no la entendía muy bien. Me dijo que los chintófanos es lo que ves cuando miras al sol y luego cierras los ojos, esas lucecitas que ves al fondo...
Inmediatamente lo primero que se me pasó por la cabeza fué pasarle su mágica caja con la etiqueta de Prozac porque me dió la sensación de que mi tía Margarita veía las cosas donde no las había. Yo para mí que un Chintófano es un cacharro lleno de tubos y valvúlas que saca sonidos raros. Después de horas de discusión decidí que era buena idea darle la razón a la vez que le metía otra pastillita dentro de la Coca-cola.
Cuando nos pusimos a hablar de los Alifánfanos le hice un dibujín para ver si era esto a lo que se refería, puesto que mi tía Margarita había tenido desde pequeña un pequeño problema de dislexia...

Mi tía Margarita, amablemente, me ofreció una de sus pastillas.

Varias horas después, cuando recobré el conocimiento, ambos dos optamos por sacar una baraja de cartas y jugar un Tute...Desde ese día he entendido a la perfección la frase : "Diálogo para Besugos".
Tengo que reconocer que aquella conversación con mi tía Margarita, abrió mi apetito de investigación y decidí abrir este blog en post de la BÚSQUEDA DE LA VERDAD sobre los Chintófanos y los Alifánfanos. Así que seguiré investigando y aportando información sobre este desconocido mundo.

Os mantengo informados.

2 comentarios:

  1. Yo creo que leí algo de los alifánfanos en la historia natural de Plinio y en el monstruario bizantino del emperador-monje políglota Basilio P. Paleopololólogo; ambos coinciden en que se trata de un cruce entre un cronopótamo patinador de los manglares noruegos (encantadora bestia de sofisticados modales que se caracteriza por sus anchas pezuñas circulares con cámara de aire y su habilidad de viajar a través del espacio-tiempo usando las supercuerdas como super-lianas) y un guacagüino (animal en todo similar a nuestros pinguïnos de toda la vida, pero cuyo hábitat natural es la selva negra subterránea australiana y cuyo pelaje es polícromo y de una intensidad nunca vista: PANTONE 395, 368, 287, 185 y 130, para ser más exactos).
    Parece ser que los alifánfanos se hicieron célebres allá por el siglo XV, cuando la emperatriz Chénifer Radegunda Megafocas (la “fúlgida y seráfica Radegunda” según los cronistas cortesanos) sintió su pecho inflamarse de amor por los atractivos sobrehumanos del conde Kebinkósner De Jesús, joven de aristocrático porte e innúmeras virtudes, gran aficionado a la poesía, la música, los saltos de esquí con rinoceronte y la buena cerveza (lo que le llevó a invadir Malta sin preguntar antes si ya estaba invadida o qué…). La emperatriz estaba convencida de que la leche de alifánfana otorgaba el don de la elocuencia y la persuasión a quien la tomara (y conquistar con ello el escarpado bastión del corazón del conde Kebinkósner, conocido coloquialmente como “El Nota” entre sus oficiales), así que envió expediciones a los rincones más ignotos del imperio en busca del preciado animal e inició su cría en cautividad en el zoológico del palacio imperial, entre el tryconchos y el krysotryclinios. Sin embargo, la ingesta de la leche de alifánfana, lejos de derivar en los efectos previstos, provocó sin embargo ataques virulentísimos de postmodernidad entre los miembros de la corte (muchos de los cuales se convirtieron al nihilismo francés) y de locura “Luís XV” en la emperatriz Chénifer, que repintó todo el palacio de fucsia. Posteriormente, de todos es sabido que la mitad de la población de Constantinopla sucumbió a causa de un ataque de “monarquía” (conocida como peste borbónica) y la otra mitad fue conquistada por los turcos otomanos, quienes se arrancaron los ojos tras contemplar los muros fucsia del gran palacio imperial, etc., etc.,…

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias querido Alex por este despliegue de saber en un resumen histórico del que tánto desconocíamos. A día de hoy creemos que su Altísima Majestad la Emperatriz Chénifer habría tenido dificultades en encontrar alifánfanos pues su pérdida de hábitat los hace tan raros como a tryconchos y krysotryclinioslos.
    Esperemos que nuestros viajes por ignotos ecosistemas tanto llanos como montañosos, nos permitan llegar a ellos y compartir nuestro saber con el resto de los seres pitecus/sapienspoco del mundo.

    Queda usted invitado a nuestro diario de viaje y dejeme recordarle que para mayor cuidado de sus cultivos recuerde que los Cátaros necesitan mucha humedad y los Frisios una buena cantidad de luz.

    ResponderEliminar